A menudo me preguntan cómo soy capaz de hacer, a la vez, tantas cosas. Me aburro. No hay otra explicación. No hay otra respuesta. Me he acostumbrado a leer, traducir, escribir, dar clases, tontear en la red, dirigir revistas o series de cómics. Todo eso llena mi tiempo (tiempo que robo a mi mujer, lo digo siempre), y cuando uno de esos elementos me falla… me aburro más. Nada es más terrible...
Cuando para la música
LOS FABELMAN
Al final todo se reduce a dejar constancia de tu paso por la vida. A explicártela. Es lo que hace Steven Spielberg en su última película, Los Fabelman, donde se enmascara a sí mismo y a los suyos lo justo para que sea y no sea una historia autobiográfica. De siempre Spielberg se enfrentó a la desestructuración familiar: su padre abandonó la casa. Solo muchos años más tarde, siendo adulto...
El misterio de escribir
Es un misterio. Incluso para mí, que en teoría llevo las riendas cuando me pongo manos a las teclas. Esto de escribir, digo. No tiene demasiado mérito. Uno escribe porque en el fondo no sabe hacer otra cosa, porque las horas cortas se harían largas si (solo) me dedicara a leer, o ver la tele, o a dar esos largos paseos que tengo que recuperar. Te pones delante del ordenador, tonteas, pierdes el...
GUADALUPE, 1958
Nos pidió Kike Ferrari hace un par de años un relato relacionado con la obra, la persona, la vida o las ficciones de Paco Ignacio Taibo. Yo escribí este relato que creo biográfico hasta donde sé. Aquí el mar parece más azul, menos fiero. Sigue siendo igual de molesto el viento. Es una ciudad pequeña que no se parece a su ciudad pequeña. Hay grúas y barcos, y una cúpula amarilla que...
HERE WE GO AGAIN!
Dejé Crisei (lo que hoy sería, supongo, la versión punto 1) al pairo hace un montón de años. Tantos, que no quiero ni comprobarlo. Estuve unos diez al pie de la pantalla, contando y sincerándome, reflexionando y tonteando. Reconozco que me divertí mucho, y también me cansé. Hasta que pensé que no tenía nada más que decir. Los blogs nacen y mueren a diario. Nadie los echa de menos. Me dediqué a...
PACHECO FOREVER
Recuerdo con toda claridad el primer cómic que vi de Carlos Pacheco, pero no la primera vez que lo vi a él. Todo lo contrario que ahora, ya que apenas recuerdo sus viñetas y sí el montón de charlas, encuentros, anécdotas, conversaciones creativas, disquisiciones filosóficas, análisis de los medios y sobre todo risas, muchas risas. Fue en 1983, que se dice pronto. En el Campo de Gibraltar, que...